Poco después, volvimos al salón. Dougie agarró mi mano. Ese simple gesto me hacía feliz, de una forma u otra.
-Harry lo ha soltado todo –dijo Danny-. Pero Chris, dime algo… ¿Qué tiene Dougie que no tenga Harry?
-Tiene una personalidad despreocupada, liberal, adorable…
-Vale… ¿Y su físico? ¿Qué te llama la atención de su físico?
-Danny. Si tuviera que guiarme por el físico, aun que Dougie es perfecto en ese sentido, te elegiría a ti. Para ser objetivos, tú eres el más guapo. Pero claro, para gustos los colores. El más guapo para Gio es Tom y para mí es Dougie –dije.
-Vale, auto contestaré a mi pregunta. Es por Willy –dijo Danny.
-En cierto modo –bromeé.
-Willy ya se ha hecho mayor, ¿eh, Doug? Ya es un ser con vida propia –dijo Tom.
-Si. Y papi Doug está muy orgulloso de él –dijo Dougie, acariciando la parte delantera de su pantalón.
Sonreí.
Dougie tiró de mí hasta un sillón que teníamos. Me senté sobre sus rodillas y me eché hacia atrás. Me rodeó con los brazos mientras me besaba en la nuca. Coloqué mis manos sobre las suyas.
-Son las 7, chicos. Os invitamos a cenar –dijo Tom, mirándonos.
-Oh, no hace falta. Además, a las 9 entramos a trabajar –dije.
-Bueno, de aquí a las 9 habremos terminado –dijo Harry.
Miré a Noelia y me encogí de hombros. Salimos del salón, y en ese momento llamaron al timbre.
Abrí. Una chica de pelo rubio y corto, gordita y baja nos miraba sonriendo.
Mis ojos se abrieron como platos mientras mi cabeza la reconocía.
Sandra. Era una de las “groupies” que más conocía. Y por supuesto, era española.
La abracé sin mucho entusiasmo, y mientras Noelia la abrazaba también, vi que había traído maletas.
-Pasa –dije cogiendo una de las maletas. Ella cogió otras dos y entramos en casa.
-¡Vaya! Es preciosa –dijo, alabando nuestra casa.
Le indiqué que dejara las maletas junto a la puerta.
Después, fuimos al salón.
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