Cuando volví a la habitación, Dougie estaba jugando con Jerry.
Me acerqué a él y me miró. Recorrí su pecho con los labios. Después, su mano se cerró entorno a mis nalgas. Su lengua jugó con mis labios y se abrió paso hasta la mía. Me condujo hasta la cama. Me acarició la espalda y yo le acaricié el rostro. Me mordió en un dedo.
Sonreí. Me tumbó sobre las sábanas y se levantó para cerrar las cortinas y bajar la persiana.
Me desperté a las 4 y media y comencé a retirar las sábanas con cuidado. Bajé las escaleras después de vestirme.
Danny y Noelia estaban durmiendo en el sofá del salón y Harry estaba en la cocina, con el portátil.
-Hola, corazón.
-Hola, Chris.
Pasé por su lado y le vi subiendo cosas al Tumbrl.
-Harry, esa foto tiene como… cinco meses –dije.
-Si, pero Danny mojado por una fuente es algo que merece la pena recordar.
Asentí riéndome y me preguntó por Dougie.
-Está arriba, durmiendo. El pobrecillo estaba cansado.
Danny entró en la cocina y me miró. Se sentó con cara de recién levantado frente a Harry y se revolvió el pelo.
-Si Dougie y tú no fuerais tan ruidosos, tal vez hubiera dormido algo –dijo.
-Tu te callas, que anoche a las 4 de la mañana tuviste juerga –dijo Harry.
-No es mi culpa que tú te emborraches y luego quieras dormir –dijo el cantante.
Noelia se reunió con nosotros y Danny se la comió con la mirada. La besó y sonrió.
Harry y yo nos miramos y juntamos las cabezas.
-¡Aquí huele a amoooooooor! –Entonamos, a la misma vez.
-No, huele a que Harry no se ha duchado aún y su peludo cuerpo huele a…Morsa sucia –dijo Danny.
Nos reímos mientras el chico salía corriendo y Harry le perseguía.
-¿De verdad huele a amor? –Preguntó Noelia cuando los chicos salieron de la cocina, corriendo.
La miré sorprendida.
-Solo hay que ver como te mira. Está enamoradísimo, aún que no lo admita. Y tú también, cariño. Solo es que… Tenéis una relación extraña –dije.
Noelia asintió.
-¿Y tú que tal con Dougie? –Preguntó un rato después.
-Genial. Es imperfectamente perfecto –dije, sonriendo.
Se rió.
-Harry y tú podéis celebrar vuestros cumpleaños juntos. Al fin y al cabo, los cumplís el mismo día –dijo Noelia, cambiando el tema.
-Si. La verdad es que no estaría mal. Lo único es que él cumple 25 y yo 20 –dije.
-Bueno, pues se compran dos tartas.
Saqué mi Iphone y entré a la red social a la que siempre entraba en España.
Miré las fotos con comentarios y llegué a una en la que salíamos Tom y yo jugando con Marvin. Se me hizo raro verme con Tom, aún que llevaba mucho tiempo con ellos.
Miré el chat, por si había alguien con quien poder hablar. Las petadoras supremas estaban conectadas:Celia, Alicia, Elena, Lucia, Miriam, Amanda, Alma, Fran, María, Sandra y Carmen.
Salió otra foto con comentarios. Era la de Tom y yo.
“Joooo que mono es!! ¿Cómo es tenerlos tan cerca? ¿Cómo es Danny?” Preguntó Alicia.
“Es alucinante tenerles cerca. Son geniales. Y Danny… Físicamente perfecto, y de mentalidad… Está totalmente grillado. Como una patata pocha” Contesté.
“¿Y qué hay de Harry? ¿Es muy alto? ¿Cómo es mirar esos preciosos ojazos matadores azulones?” Preguntó Miriam.
“Cariño, respira. xD A ver. Harry es bastante alto, sí. Más o menos como Tom. Y mirar esos preciosos ojazos matadores azulones es lo mejor! Puedo pasarme horas y horas mirándole a los ojos y no cansarme.”
“¿Qué hacéis ahora mismo? Seguro que una McOrgía como las que nos imaginábamos cuando estabais en España, ¿a qué si?” Dijo Amanda.
“Jajajajajaajaj xDDDD Nooo. Noelia y yo estamos en la cocina, aburridas, Danny huyendo de Harry, y Dougie durmiendo”
“JAAAAAAAJAJAJAJAJAJAJAJ PUTO DOUGIE!” Dijo Fran.
“¿Y mi Tomaso? ¿Dónde está mi Tomaso?” Preguntó María.
“Con Gio J ^^”
“Perdón que me meta en esta conversación tan adorablemente adorable… Peeeero, aquí la amiga no nos ha contado que está con Douglas Lee Poynter”
“Celia, hija. Todos sabemos que están con ellos. ¿Es que no ves las fotos?” Dijo Carmen.
“No, no no no… Me refiero a estar. De parejita y tal. Cris está con Dougie y Noelia está con mi Danielo ¬¬” Dijo Celia.
Intenté inventarme una excusa, pero a ellas no podía mentirlas.
“¿Cómo os habéis enterado?”
Celia subió una foto. Dougie y yo en la discoteca, la noche anterior. Dougie me estaba diciendo algo al oído. Me tenía agarrada de la cintura y yo a él del cuello.
“Lo teníamos que haber dicho, chicas. Lo sentimos mucho” Escribió Noelia.
Subió otra foto de Danny y Noelia, también en la discoteca.
De repente, Danny irrumpió en la cocina, en ropa interior y tapándose sus partes nobles.
“Chicas os dejamos. Hablamos luego”
Cerré la página y guardé el móvil.
Harry llegó poco después, apoyándose en las rodillas, con una toalla en la mano. Igual que en el Live At Wembley.
-Esto va por Dougie –gritó Harry, golpeando a Danny en la parte que él intentaba proteger.
-¡Harry! Para ya –gritó Danny.
-Jamás. Vendetta Vendetta!!! Dougie merece justicia –gritó Harry.
Me colgué de su espalda y Noelia de la de Dan. Nos llevaron al salón, entre carcajadas y toallazos. Nos dejaron caer en el sofá.
Noelia y yo les hicimos cosquillas y se tiraron al suelo.
Harry consiguió hacerme cosquillas a mí.
-Haroldo! Sueltameeee –dije entre carcajadas.
-Vaya vaya… Me duermo unas horitas y me quitas a mi novia, Harry –dijo una voz desde la puerta.
-Já… Que gracioso eres, Dougie –dijo el batería.
Dougie se acercó y se sentó en el sofá.
-Son las 5… ¿Qué hacemos? –Preguntó Danny.
-A mi se me ocurre algo –dijo Noelia.
-No puedo. Estoy reventado. Ganas no me faltan, pero fuerzas si –dijo Danny.
-Qué poco aguante –dijimos Harry y yo a la vez.
Solíamos hacer eso muy a menudo. Era sin darnos cuenta. Nos reímos y Harry me abrazó.
-¿Por qué mi amante está abrazando a mi novia? –Preguntó Dougie.
Harry se abalanzó sobre él e hizo como si le besara.
-Os dejamos intimidad –dijo Danny cogiendo a Noelia por la mano y saliendo del salón.
Harry me agarró y me puso entre Dougie y él.
-Mejor dejar los tríos para otra ocasión –dije.
Harry se levantó y cogió su móvil. Salió del salón y Dougie y yo nos quedamos tirados en el suelo.
Se puso de lado y me miró durante un largo rato. Le acaricié el pelo, dulcemente.
-Te voy a echar de menos –dijo, refiriéndose a cuando yo me fuera.
-No pienses en eso ahora, cielo –susurré.
-En 6 meses te vas… Sé que es mucho tiempo, pero contigo pasa tan rápido… -dijo.
Le besé y el me devolvió el beso.
Nos quedamos en silencio unos minutos.
-¿Chris?
-Dime, mi vida.
-Te quiero más que a nadie –susurró contra mi pelo.