jueves, 2 de septiembre de 2010

8.

-¡Chris! –gritó Harry apretándome un poco en el brazo.


-¿Qué? –Pregunté como si hubiera escuchado todo lo que habían dicho.

-¿Qué? ¡Qué estás empanada mirando el suelo como si estuviera hecho de oro! –exclamó Dougie sentándose a mi lado.

-Vaya, lo siento mucho –dije.

De repente, escuché que empezaba a sonar I’ts all about you. Eso significaba que me estaban llamando. Saqué el móvil del bolsillo mientras Tom seguía cantando en voz bajita.

Lo descolgué.

-¿Si?

-Hola, Cris. ¿Qué tal las cosas por Londres? –era mi madre, como no.

-Emmm bien, bien. Ya hemos hecho amigos y tal –dije.

-Dile que estás con Dougie Poynter, a ver lo que dice –susurró el bajista.

-¿Por qué con Dougie Poynter? Dile que estas con Danny Jones, que está más bueno –dijo Danny colocándose las gafas de sol.

-¿Quiénes son esos, cariño? –dijo mi madre.

-Son mis “amigos” mamá. En realidad les hemos conocido hoy, pero son muy majos –dije.

Noelia les tradujo lo que yo estaba diciendo.

-Bueno mamá te dejo, que estoy ocupada. Si, yo también te quiero. Adiós. Si. Vale. De acuerdo. Mamá, ¿sabes lo que significa “adiós”? Bueno, pues eso. Os llamaré otro día. Un beso.

Colgué.

De repente, la fuente se encendió y comenzó a lanzar chorros de agua en todas direcciones. Nos mojamos completamente, pero Danny, que estaba de pié, fue el que peor parado salió. Cuando nos alejamos del agua, le miramos. Sus pantalones estaban completamente empapados, por delante y por detrás, ya que se había mojado por delante y después, en un intento de protegerse, se había dado la vuelta.

Su pelo goteaba en sus hombros, y su camiseta se pegaba a su torso, dejando ver sus abdominales y sus pectorales.

Danny se quitó las gafas mientras todos nos reíamos.

-Maldita fuente –dijo.

Me tapé la boca con una mano, pero aún así, mi risa se escuchaba. Danny me miró con los ojos entrecerrados.

-Ahora verás –me cogió y me apretó contra él, empapándome a mi también.

-Serás capullo –dije sacudiendo las manos-. ¡Danny! ¡Suelta, joder!

Danny se unió a mis risas y, tras sacarme el móvil del bolsillo y entregárselo a Noe, me tiró a la fuente. Saqué la cabeza y el se rió, al igual que los otros.

De repente, Danny calló al agua también. Cuando sacó la cabeza, vio a Dougie de rodillas en el suelo, partiéndose de risa.

-Eres un absoluto incordio, Dougie –dijo Danny.

-Pero aún así me quieres, ¿a qué si?

-Por desgracia –asintió Danny.

Me puse de pié y caminé hasta el borde de la fuente. Harry me tendió la mano y me ayudó a salir.

Mi pelo estaba completamente mojado, al igual que mi ropa. Danny salió de la fuente también y me abrazó.

-¿En paz? –preguntó.

-Ni lo sueñes –contesté.

Escuché pasos acelerados y me aparté de Danny. Un par de fotógrafos se habían parado a unos metros de nosotros y tomaban fotos sin descanso.

Tom suspiró.

-Se acabó la fiesta, chicos. Vámonos –dijo.

Nos dirigimos a nuestra casa.

-Creo que deberíamos ir a casa para que Danny se cambie. No creo que esté muy cómodo todo mojado –dijo Harry.

-Cómodo no se, pero buenorro si, un rato –dijo Noelia.

-Puedo decir lo mismo de ti aun que no estés mojada –dijo Danny, sonriendo.

Nos despedimos con la mano y entramos en casa.

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